Consejos para dormir bien
Hoy en día está de moda hablar de la alimentación, el ejercicio o el cuidado personal, pero nos olvidamos que una de las piedras angulares de nuestra salud es el sueño. Dormir 8 horas es la cantidad óptima para mantener un ritmo de vida recomendable. Pero si eres de los que te levantas muchas veces por la noche o te cuesta coger el sueño, estos consejos para dormir bien te ayudarán.
¿Qué hacer para dormir bien?
Mantener un horario normal y una rutina a la hora de irnos a la cama, es una de las claves más importantes. Por eso, es aconsejable tener un horario fijo para acostarnos y levantarnos a la misma hora. También nos ayudará seguir ciertos patrones como ponerse el pijama, lavarse los dientes y ajustar la alarma. Podemos incluir un tiempo de meditación, realizar respiraciones profundas o utilizar aromaterapia para relajarnos más fácilmente.
Aunque nos pasamos muchas horas al día con el ordenador y el móvil, a la hora de dormir bien, debemos alejarnos de ellos. El sonido, la luz y las radiaciones que emiten aparatos electrónicos, y sobretodo el móvil, son perjudiciales para nuestro descanso. Los campos electromagnéticos pueden afectar el funcionamiento de la glándula pineal, así como la producción de melatonina y serotonina, lo que también podría tener otros efectos negativos en el sueño.
También debemos dejar de trabajar una hora antes como mínimo. El dormitorio no es una oficina y si nos llevamos el trabajo a la cama, nuestra mente recibe información contradictoria. El uso de la televisión tampoco es aconsejable ya que estimula demasiado al cerebro, impidiendo que se duerma rápidamente. Lo que podemos hacer en optar por la lectura o llevar un diario y escribir nuestros pensamientos antes de que acabe el día.
Cuidar nuestro equipo de descanso
Lo más importante a la hora de dormir es la cama y escoger un buen colchón. Es una pieza más de tu vida y aquella que tiene la conexión más íntima con tu energía personal. Compartir la habitación con alguien más puede afectar el sueño de manera significativa. En especial si la otra persona es inquieta o ronca. Si nos encontramos en esta situación, puede que sirva de ayuda el evitar el ruido usando tapones de espuma para los oídos.
Antes de comprar un colchón, en definitiva, conviene probarlo para no llevarnos sorpresas.La almohada también es vital para un buen descanso. Cabeza, cuello y columna vertebral deben quedar alineadas de forma que ayudemos a relajar la musculatura. Además de escoger la que se ajuste a nuestros gustos, debemos darle la vuelta de vez en cuando y airearla para que no se deforme.
¿Qué tomar para dormir bien?
Siempre que sea posible, deberemos reducir el uso de medicamentos o pastillas para dormir. Es recomendable no abusar del tabaco, la cafeína o el alcohol ya que evitan que entremos en las etapas de sueño profundo al elevar la temperatura corporal.
Si no podemos prescindir del café, por la tarde o cerca de las horas de dormir será mejor tomarlo descafeinado. Para facilitar el sueño, podemos optar por remedios naturales como la melatonina o infusiones. Sobre todo si cuentan con valeriana, tila, manzanilla o passiflora.
¿Por qué no puedo dormir?
Una de las cosas que debemos cuidar en la habitación, es la iluminación. Es preferible que el lugar esté completamente oscuro o lo más oscuro posible. La oscuridad es imprescindible para que nuestro cerebro pueda fabricar la hormona del sueño. Para ello, podemos cerrar la puerta de la habitación y deshacernos de las luces nocturnas. También puede servir de ayuda el usar un antifaz y tapones de espuma para los oídos.
Debemos prestar atención al ambiente en el que dormimos, ya que debe reinar la armonía. Por ello, no es recomendable la utilización de colores chillones ni tener la habitación recargada con una gran cantidad de objetos. Además de acumular polvo, generarán un ambiente agobiante en el que nos resultará más difícil conciliar el sueño.
Por último, debemos comprobar la temperatura, ya que no debemos pasar ni frío ni calor. Cuando dormimos, la temperatura interna del cuerpo se va a su nivel más bajo, por lo general cuatro horas después de quedarse dormido. Estar en una habitación fresca podría ayudar a dormir mejor, ya que imita la caída de temperatura normal del cuerpo.